RIEGO


AGUA

El agua es indispensable para la vida. Ya sabe, todos somos en gran parte agua y los vegetales aún más; en el agua se forjó la vida del planeta; el agua es el gran estabilizador de la temperatura; el agua en forma de lluvia permite los bosques y selvas que son los pulmones de la Tierra; y también produce pastos que comen los animales herbívoros que nos alimentan; además formando ríos y mares mantiene una fauna piscícola básica en la cadena alimentaria... Ese líquido precioso ¡y escaso! Debe ser sabiamente administrado por usted. 

RIEGO

Para que las plantas del jardín vegeten con absoluta normalidad, siempre turgentes y bien alimentadas, es preciso ir reponiendo las pérdidas de agua del suelo con regularidad, e ahí que no haya más remedio que recurrir a sistemas de riego capaces de suministrarla de la forma más conveniente, cómoda y económica.
Dada la gran diversidad de géneros y especies existentes en un jardín, el riego de las plantas ornamentales encierra gran dificultad. Es evidente que no sólo hay que regar cuando la planta empiece a presentar los primeros síntomas de sed, sino que hay que proporcionarle una humedad constante sin llegar en ningún momento al peligrosísimo encharcamiento y prestando atención no sólo a la superficie sino también al subsuelo del terreno.


¿Qué métodos y sistemas  de riego adoptar para su jardín? Desde luego se impone la automatización del riego mediante unas electroválvulas que abran o cierren el paso de agua gobernadas por un programador. Pero una vez decidido esto, hay que dotar a cada partida del jardín con su tipo de riego adecuado. El césped debe ser regado por aspersión; los macizos de flores, rocallas, vivaces, etc., por difusión; y los árboles, arbustos y plantas en maceta, así como el huerto, por goteo.